Análisis energético del Vehículo Eólico

Análisis energético del Vehículo Eólico. 

Basado en esta noticia del El Tiempo 

http://www.eltiempo.com/multimedia/videos/video/el-proyecto-colombiano-que-dio-a-vida-al-primer-carro-eolico-del-pais/16454079

El problema con el “vehículo eólico” es que solo puedes aprovechar energía del viento que ya este soplando, como un molino de viento o un velero. Ósea el vehículo debe de ser capaz de generar energía cuando este parqueado para que en realidad genere un ganancia y no una perdida. Si quieres aprovechar el viento que se mueve alrededor del vehículo lo mas seguro es que este viento sea causado por si propio desplazamiento del carro. Poner este viento en movimiento ya supone una perdida de energía que es casi imposible de recuperar, para un vehículo del corriente con tamaño y forma típicas es partidamente imposible. Analicemos esto como un negocio, hablemos de pesos en vez de energía que para muchos es mas fácil así, Si te gastas 1000 pesos en mover el carro unos 600 nunca los recuperas, esto se da por varias razones, el carro necesita llevar gente, tener ventanas con ángulo para la visibilidad, puertas, y parte del aire a su alrededor se revuelve demasiado. Tienes el potencial de aprovechar 400 pesos. Esos 400 los pasas por alguno dispositivo que lo aproveche, supongamos es la turbina mas eficiente de General Electric en siclo sencillo, esa turbina te cobra 200 pesos de peaje y de deja pasar 200 pesos al generador. El generador de ultima tecnología con imanes de neodimio velocidad regulada, lo mas top,  te cobra 20 pesos de peaje y te deja pasar 180 pesos. Esos 180 van a un controlador que te cobra 3 pesos, tienes 177 pesos restantes y estos pasan a un batería que cobran otros 30 pesos por guardar la energía. Quedas con 147 pesos guardados de los 1000 originales. 14.7% de eficiencia, este numero aunque no lo crean es muy bueno porque un vehículo transformado gasolina a movimiento neto esta en 3-5%. En conclusión sistemas electricos tienen el potencial de ser 2 a 3 veces mas eficientes que los de gasolina.

Pero aunque tengamos un sistema mas eficiente que un vehículo tradicional de combustión interna, aun falta retirar eso 147 pesos del banco de baterías y pagarle al motor eléctrico del carro para que mueva las llantas. Este cobra otro peaje y para cuando el carro este rodando estarás alrededor de los 100 pesos netos en movimiento. Huy que bien entonces me ahorre 100 pesos haciendo toda es a vuelta y un carro de 1000 ya solo necesita 900? No, resulta que al empezar esta vuelta aparase la Tercera Ley de Newton, acción y reacción, pues en realidad no aparece, como el espíritu santo siempre esta presente, una pequeñita diferencia entre el mundo físico y la economía. Esa turbina eólica que recibió 400 pesos y entrego 200, tiene que reaccionar en contra del movimiento del vehículo con el equivalente a -400 pesos.  Ósea si queremos que el vehículo no pierda velocidad tiene que invertirle 1400 pesos en realidad para ir a la misma velocidad y poder sacar los 100 pesos de ganancia. Ósea 1400-100=1300 pesos. El carro eólico realmente te pide 1300 pesos de gasto neto y el carro normal 1000, ósea que quedas debiendo 300 en vez de ganarte los 100 que pensabas.

Y desafortunadamente no hay nada que podamos hacer para mejorar la situación, así son las leyes físicas que rigen el universo desde el BigBag. Habrá que esperar otra creación del universo para ver si cambian. Las cuentas de un carro eólico no cuadran a no ser que el carro pueda aprovechar el viento cuando este estacionado porque en ese caso no hay que invertir nada al principio ósea que todo lo que entra es ganancia. Pero ojo si solo funciona cuando el carro este en movimiento. Además hay otro tema para considera que es la velocidad del viento, entre mas fuerte sea la velocidad del viento mas fácil es extraer su energía hasta cierto punto donde ya sean tan fuertes que necesitas estructuras muy robustas para resistirlos.  Un vehículo alcanza fácilmente los 60 km/h, este representa un viento de uno 32 nudos, muchas personas no saben que es 32 nudos de velocidad del viento. Les doy una idea, a esa velocidad es casi imposible o muy difícil caminar. 30 km/h se considera un viento muy fuerte o ventarrón.  Vientos de 30-40km hacen que los carros se sientan muy inestables.  Entonces por lo general los vientos que sentimos están entre los 10-20 km/h y estos tiene muy poco potencial de energía con respecto a las altas velocidades de un carro. Por eso es que muchas personas se anima a ver si puede aprovechar estos vientos que son en teoría de mucha energía. Y vientos de 100km/h a que equivalen?  Son vientos de un tormenta tropical, casi nunca se siente tierra adentro, solo en el mar y en  las costas y estos son los vientos que arrancan arboles. Casi nadie sabe que cuando vamos a 100km/h en la burbuja que es la carrocería y ventanas de un carro hay un tormenta tropical afuera de la ventana y los que se aventuran a los 200 km están en huracán categoría 2, 220 km/hora es un categoría 3 y los 260km/h es categoría 4. Ni hablar de la categoría 5, necesitas estar en ovalo de velocidad o la Autoband para experimentarlos a mas de 287km/h.

Hay una gran diferencia entre vientos generados por los cambios de temperatura en la atmosfera que si se pueden aprovechar y otros que son generados por nosotros y nos pasan cuenta a la hora de aprovecharlos. El pensamiento de transacción típico de un modelo económico simple impide pensar en la externalidad y costos de generación. Esta forma de pensar hace creíble que un carro eólico pueda funcionar. Las palabras aprovechar y aprovechamiento del viento hacen creer que estoy aprovechando algo que es gratis, como el oxigeno que respiramos. Se crea la ilusión de “oportunidad por aprovechar” cuando en realidad se parece mas una estafa de pirámide donde muchos ponen para pagar a pocos.

Técnicamente, hay escenarios limitados donde el carro eólico puede funcionar

1.     Generar energía cuando este estacionado, enfrente de una corriente de viento como la salida de ventilación de un edificio o fabrica y especialmente si lo parqueas en la orilla del mar durante un huracán.

2.     Solo cuando se usa el sistema eólico para frenar.